Alain Graillot, especialista de la Syrah, busca la pureza de la variedad, defensor de los métodos naturales, no despalilla y le gusta fermentar en depósitos de cemento, como resultado, la sinceridad y franqueza de sus vinos, que como en este caso, aun que estamos delante de un 2001, no nos da signos de edad, es potente y franco, con un carácter primario, da la sensación de haber tenido una maduración lenta, marcado por las especies, como la pimienta y el clavo, hierbas aromáticas, fruta negra, como el casis o esas moras silvestres, que todavía no están bien maduras, también encontramos aceitunas negras y un fondo ligeramente ahumado. En boca es fresco y se divide en dos partes, al principio se muestra austero, pero solo por su carácter de inmadurez (especie), pero en seguida nos muestra su cara mas sensual (cremosidad), donde la fruta se muestra orgullosa, y sus aromas se matizan elegantemente, y dan una sensación de uva madura,. su recorrido es largo, acompañado por su acidez en todo momento, y su tanino aterciopelado.
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